3. BILBAO EN EL UMBRAL DE LA MODERNIDAD (1903-1914)

capitulo3

1 ª Junta directiva de la Asociacion de Artistas Vascos (A.A.V.) 1911

3.1 EL RESURGIMIENTO DE LA VIDA ARTISTICA EN LA URBE BILBAINA.

A su vuelta de Alema­nia,  el joven ingeniero vasco, comenzará a frecuentar la tertulia del café  Boulevard en el Arenal  rodeado  de un grupo de personajes con una excepcional cultura , la élite de la intelectualidad   bilbaína, Miguel de Unamuno,  Leo­poldo Gutié­rrez Abas­cal ,  Enrique Areilza, Telesforo Aranzadi, Ramiro Pinedo, Pedro Eguillor,  Guegorio Balparda, entre otros, y pintores tales como Adolfo Guiard y Manuel Losada,  a los que refería otro de los  asiduos contertulios de la época, el escritor José Mª Salave­rria: “Había en Bilbao un grupo de personas que eran dignas de otra época: del último tercio del siglo XVlll, por ejemplo. No escribían, no eran litera­tos. Uno se dedicaba a su oficio de experto ciruja­no, otros negociaban con pasta de papel, otro era boticario. Pero todos, y pasaban de la docena, sen­tían un admirable fervor por la cultura y bara­jaban en sus diálogos de café o en sus cenas amigables las últimas y más difíciles y curiosas ideas que circulaban por todo el mundo (…). Eran personas de un libe­ralismo medio, sensato, propio de inteli­gencias sinceras y perspicaces.”

Leopoldo Gutierrez Abascal ca.1909

Años más tarde,  se fueron incorporando escritores de la talla de Pío Baroja, Ramiro de Maeztu, José Mª Salave­rría, Ramón Basterra , Rafael Sanchez Mazas o el crítico de arte Ricardo Gutiérrez Abascal que escribía con el seudónimo Juan de la Encina ,  a la tertulia en el Café Lyon d´Or de la Gran Vía bilbaína.  La buena sintonía entre los distintos contertulios favoreció a que asistieran periódicamente   renombradas figuras del ambiente cultural madrileño como José Ortega y Gasset, Ramón Pérez de Ayala, Eugenio d´Ors y otros conocidos intelectuales a su paso por la capital vizcaína. La creciente re­la­ción entre Bilbao-Madrid se volvió extraordinariamente fecunda, de manera que los escritores más célebres del momento compartieron su colaboración con la pres­tigio­sa revista cultural vasca “Her­mes” ( 1917-1922), al mismo tiempo que publicaban sus artículos en la  revista “Espa­ña” (1915-1924) y en distintos diarios de la prensa madrileña.

En los albores del siglo veinte,  el despegue de la economía vizcaí­na, apoyada primor­dial­mente en una  floreciente indus­tria del sector siderome­talúrgico y del sector naval, había desempeñado un papel primordial en la revo­lución industrial espa­ñola. Un grupo de audaces , ambicio­sos y sumamente esforzados empresarios vascos, entre los que se encontraba su padre, Federico de Echevarria, se convertían en los artífices de la decisiva trans­for­mación del País Vasco. La industriosa capital vasca crecía como ninguna otra con una intensa actividad laboral en torno a la vigorosa ría del Nervión.

3.2 El cafe Lion d'Or .Bilbao

El cafe Lion d’Or de Bilbao

Si hasta entonces el Casco Viejo y sus alrededores habían condensado el movimiento comercial de la ciudad, con la revolución industrial del siglo veinte, la burguesía bilbaína que miraba al futuro, decidía trasladarse al otro lado de la ría en la zona del Ensanche.  El acelerado proceso de expansión urbanística en el Ensanche concedió un nuevo rostro a la pequeña villa, convirtiéndose en una moderna urbe con grandes edificios y mansiones. En sintonía con el discurrir de la población vasca, Echevarria llevaría a cabo  una vista panorámica del Puente del Arenal, tomada desde el Ensanche , representativa del discurrir y la laboriosidad que había adquirido la ciudad bilbaína en el umbral del siglo veinte.  Una de estas vistas urbanas “ El Puente del Arenal de Bilbao ” ( 1919)  se la regaló  a Miguel de Unamuno,  la cual permaneció  colgada entre sus objetos más íntimos en su despa­cho de la Universidad de Salamanca .  Años más tarde, el filósofo vasco, verdadero amante de su “bochito” bilbaíno le  dedicó un poema en su diario poético “Cancionero”, (fechado el 19 de noviembre de 1929):

“A Juan Echevarria (mi pintor)”

Mi puente de Isabel Segunda,
luego puente del arenal;
sobre el Nervión al puente inunda
a las doce río animal!
Ríe la ría risa sucia,
sudor de mena lleva al mar;
a las costureras acucia
hay que ganarse un mal pasar.
Sobre la ría pasa un río
agua de ensueños va a dormir
puente de vida, mocerío;
¡ay mi Nervión del porvenir¡.

Dentro del ámbito cultural vasco, la continuada presencia de un conjunto de perso­na­jes inte­lec­tuales y

3.3-Puente-del-Arenal-en-Bilbao-Casa-Museo-Unamuno

Puente del Arenal de Bilbao. Casa Museo de Unamuno Salamanca 1919

artistas que residían o pasaban largas temporadas en Bilbao impulsó el renacimiento cultural de una sociedad vasca sumida en un profundo letargo. A pesar de que  se diera una pujan­te activi­dad informa­tiva  con la edición al menos de una docena de publicaciones periódi­cas de diferente signo político, el reconocimiento de la labor pictórica de los artistas vascos aun no estaba a la altura de una sociedad que se vanagloriaba de su creciente poderío social y  financiero.

Seguramente, el desinte­rés por la cultura de una mayoría de la población debido a la ausencia de una sólida tradi­ción de artistas plásticos y litera­tos en el País Vasco trajo consigo en un principio el que se mirase con descon­fianza o se desa­tendiese el emergente movimiento artístico formado por un grupo de brillantes creadores vascos. De ahí que  no hubo más remedio que poner un decidido empeño y entusiasmo a la hora de montar un nuevo espacio artístico, pues excluyendo la afición musical, no estaban acostumbrados a apoyar ningu­na forma de idea­lismo que no conllevara algún progreso material.